Cuando incitado por mi afición a la bicicleta y mi alma de viajero realicé mi primer viaje en bici y quedé enganchado al cicloturismo de montaña, poco podía imaginar que el destino me llevaría a relacionarme con la Transandalus de la manera en que lo he hecho, vinculado a ella desde sus primeros pasos hasta la actualidad y ya desde luego para siempre.
Mi muy limitada disponibilidad de tiempo sólo me había permitido realizar algunos viajes cortos, todos inventados, preparados y documentados por mí. Andaba preparando mi primer gran viaje en bici y que no era otro que la Transpirenaica, cuando me llegó la invitación por parte de unos ruteros onubenses, para participar en un proyecto ambicioso, original y motivante. Se trataba de que distintos particulares con avanzados conocimientos de rutas en su zona de influencia fuesen aportando tramos más o menos largos con una premisa, que uniéndolos posteriormente unos a otros formasen una ruta circular a través de las ocho provincias andaluzas. Enseguida aquello captó mi atención, entré en contacto con ellos y tras algunos cambios de impresiones con los otros (pocos) colaboradores que se adhirieron a la idea se esbozó un posible recorrido. Poco a poco y dada la baja aún popularización de Internet aquello fue quedando en el olvido hasta desvanecerse, parecía muy bonito para poder ser realidad.
Cuatro años más tarde volví a tener noticias de la gran ruta por Andalucía, en esta ocasión no eran los onubenses, sino un tal Fran Cortés que tenía intención de retomar el proyecto, habiendo participado en la primera intentona y creyendo ciegamente en él. Entonces en apenas unos meses surgieron varias personas que teníamos ese mismo objetivo, se sentaron unas bases de cómo realizarlo y se comenzó a trabajar seriamente en el campo. Yo por aquel entonces andaba terminando otro proyecto personal en cuanto a rutas de BTT se refiere, sacar mi guía sobre rutas en el Campo de Gibraltar me estaba ocupando mi tiempo para que viese definitivamente la luz y no podía dejarlo entonces. De todos modos mi trabajo de diseño de la Transandalus estaba fijado, comenzaría en Facinas (Cádiz) y acabaría en Cortes de la Frontera(Málaga), territorio totalmente conocido por mí y que solo me quedaba documentarlo debidamente.
Los tramos se fueron completando uno tras otro y finalmente en julio de 2006 se cerró todo el perímetro. Un sueño hecho realidad, veía la luz una estupenda idea de crear un recorrido para viajar a través de toda la geografía andaluza a lomos de una bicicleta de montaña.
Desde ese momento y siendo uno de los padres de la criatura, mi objetivo fue recorrer íntegramente el trazado de la ruta, aunque no podía hacerlo de una sola vez, dedicaría todo el tiempo disponible para ir haciendo pequeños viajes y así completar el trazado. Mi relación con la Transandalus desde entonces se fue intensificando. Mi situación laboral al frente de un comercio dedicado principalmente al ciclismo de montaña en Algeciras (junto a la que pasa la Transandalus), me permitía conocer a muchos viajeros que la recorrían. Recuerdo perfectamente el momento en que conocí al primero de ellos, se llama Fran Cortés, el mismo que retomó el proyecto para liderarlo hasta hacerlo realidad. Poco después participé de la creación de la asociación Transandalus que nació en Antequera en septiembre de 2006 y donde ya tuvimos ocasión de conocernos en persona muchos de los que habíamos participado en la creación de la ruta. Seguía conociendo a más viajeros que pasaban por mi comercio, a Rafa, el primero en completarla de una sola vez, a Mónica, una chica vasca que viajaba en solitario, o los Griffin, una pareja de estadounidenses casi sexagenarios que completaron el recorrido en tres viajes.
Al tiempo comencé, viaje tras viaje, a completar partes del recorrido como era mi intención. Entre Antequera y Nigüelas o Baños de la Encina y Cortegana por citar algunos, fui descubriendo nuevos parajes y paisajes, pueblos y gentes, bosques y campiñas, costas y montañas, desiertos y valles, tradiciones y fiestas, gastronomía y costumbres, caminos perdidos y senderos memorables que atravesaban en muchas ocasiones la muy agreste orografía andaluza. 2200 kilómetros de recorrido dan para llenar las alforjas de muchas anécdotas, momentos muy duros e inclemencias varias, así como tantos de esa sensación de libertad que te aporta el cicloturismo de montaña. Mi determinación me llevó a completar todos los tramos del recorrido cuando llegué al puerto de Almería el 15 de noviembre del 2009, convenciéndome que Andalucía reúne las mejores condiciones para la práctica del cicloturismo de montaña que se puedan imaginar, su clima, su variedad paisajística, de ecosistemas, de espacios protegidos, de orografía, por su riqueza gastronómica, de fiestas populares, de monumentalidad unidos a la idiosincrasia de un pueblo y una cultura únicas. La Transandalus se presenta como la excusa perfecta para recorrerla, ya es la ruta para cicloturismo documentada más grande de toda España y no sé si de todo el planeta. Un grupo de andaluces ha creado algo para que nadie tenga excusa para no venir a Andalucía a dar pedales.
Toda esta relación con la Transandalus me ha aportado grandes cosas, pero desde luego lo mejor ha sido la oportunidad de conocer a muchas personas excepcionales entre las que he fraguado en muchos casos grandes amistades, como a tantos viajeros, a las gentes de pueblos y caminos, y como no a mis compañeros del proyecto. Y la oportunidad de participar de algo tan singular y original, en el concepto y en la forma de llevarlo a cabo.
En el mapa adjunto destaco a mi parecer los hitos más importantes de la ruta. En el encontraréis los 3 puertos más duros del recorrido, los 5 pueblos más pintorescos, sus 3 mejores senderos, y como no sus 5 mejores tramos.
Ver Mi Transandalus en un mapa más grande
Y aquí tenéis mi video que refleja lo que vi y sentí por esos caminos.
2 comentarios:
Ahí queda eso, bicicletas, amigos, lugares, en resumen está usted feliz?
Pedazo de ruta y pedazo de vídeo.
Enhorabuena a todos esos aventureros.
PLAS PLAS PLAAS (aplausos de admiración)
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